Además de los beneficios ya mencionados se extendería el alcance de los viajes en un 360%.
La técnica parece sencilla, los drones descansarían sobre los techos de los autobuses y tranvías.
La red de inteligencia artificial diseñada en Stanford sería capaz de controlar unos 200 drones y considerar unas 8000 paradas. Por el momento el diseño no considera las estructuras físicas o los túneles, lo que sin dudas es un desafío para el futuro.
Modelo
El sistema funciona con dos capas. La primera asigna a los drones las entregas utilizando un modelo óptimo. La segunda ejecuta las asignaciones guiando las flotas en relación a la actividad en la red de tráfico.
El esquema asume que los paquetes pueden ser adquiridos en cualquier depósito para envíos. También asume que cada drone llevará un solo paquete a la vez y que los dispositivos cargarán sus baterías en los depósitos cuando tengan tiempo disponible.